Mi mano se hunde roma en su costado
-Te deslizas con sigilo bajo el diván-
Mis dedos se cierran en su espalda
El tiempo camina a tientas por la
habitación
La noche se oscurece sin ruido
Nada pasa. La quietud de la noche se
despliega.
Y un verso se cierra en aforismo...
"Horas de dicha con tus amores,
"Horas de dicha con tus amores,
Besos ardientes, quedos suspiros..."
Se va de ti como en un despertar
lento y vicioso
Tambalea, tiembla, se deshace...
El sol exhala su primer rayo
-Su piel se resiente y se oculta-
Tu mano ha salido de su nido.
La mañana se mueve en tus pupilas.
La noche al fin ha terminado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario