miércoles, 27 de julio de 2011

Lápices de Polvo

Ha pasado ya un mes. De nuevo la noche densa y viscosa emerge en un movimiento lento y abrumador que me consume. De nuevo la luna en el cielo y tus ojos en mi mente, alumbrando con pesar. El lápiz se deshace entre mis dedos. Las letras se hacen polvo. La rebelión de la página. Se resiste a mis palabras y permanece blanca y silenciosa, me imita con burla. Afuera se deslizan las sirenas y los gritos, la música y los motores, ávidos, centelleantes, rasgando sin temor la densidad de la noche. Afuera, nace el ruido. Pero aquí todo sigue en silencio. Todo sigue embebido en un silencio blanco y sin rumbo. La página sigue en blanco.
Me hablo como para comprobar que aún estoy ahí. El lápiz se ha deshecho.Y la hoja sigue aquí, desafiándome.
Camino alrededor de la habitación y la observo, tendida sobre la mesa como una amenaza, como un cuerpo, como una mancha ...Y la noche sigue densa y viscosa y no puedo rasgarla.
Ha pasado ya un mes y la página sigue en blanco sobre la mesa. Y las noches llegan densas una tras otra y se desvanecen. En el basurero, un cementerio de lápices deshechos. Muertos en combate. Y la página sigue intacta, tendida sobre la mesa. Y yo sigo resistiéndole. 
No seré yo quien logre vencerla, no serán mis lápices, ni mis palabras. Mis intentos son efímeros, mis sonidos demasiado bajos para desgarrar su limpidez...la dejaré ahí y me iré. Dejaré que alguien más venga a luchar con ella y logre por fin doblegar su blancura. Tal vez un escritor solitario, o un poeta temerario. Alguien  más empírico que yo. Me iré a explorar, a tratar de encontrar una pluma o un estilógrafo...algo más concreto, que no se deshaga a su contacto. Me iré y dejaré que ella siga tendida, esperando, tratando de retar a alguien más...