viernes, 28 de octubre de 2011

AQUELARRE

Te espero en la noche,
en el aire,
apostada en el barro.

En el campo desierto,
sin señales de vida.

Te espero bajo el delirio
solo de mis sueños.

Canto, si no grito:
Te invoco, interpelando lo oscuro.

Ven, háblame en susurros,
con guturales gemidos.

Enerva mi sangre
con tu maligna presencia.

Sal de tu infierno,
y acepta la ofrenda
de mi amor clandestino.

martes, 25 de octubre de 2011

Análisis interpretativo de un nombre cualquiera.

Es ciertamente un nombre acendrado que tiene pretensiones de alondra aunque en realidad parece un andrajo y su función es atolondrar la balandra, destruir escafandras y quitar la mandrágora maligna de los campos. 

Podría decirse que en su fuero interno desearía convertirse en un alejandrino alejado de cualquier moraleja; también que puede convertirse en un moderno catalejo para ver acalefos. Esto podría suceder ad calendas graecas.

Debido al nivel de alcalescencia de un nombre tan popular como este, la posibilidad de aleación de este nombre con otros de manera aleatoria es casi nula. En ocasiones se puede pretender su uso para aleccionar personas aledañas, pero esto no funciona con frecuencia, a menos que se comience desde el álef, como en un alefato de verdad.

Es costumbre de un nombre como este, el alegar usando alegorías, lo que finalmente termina produciendo  alegría en el oidor. Este nombre, además, puede ser útil para bailar alegros y alentar el crecimiento de alerces, pero esto no es recomendable si usted padece alergia al aletear.

Aunque todo esto parezca un malentendido opalescente, la realidad es que este nombre es una sinalefa paralela. Junto con nombres como valeriana puede crear fabulosos trabalenguas para que los tragaleguas diviertan su camino.

Este texto interpretativo es una falencia ambivalente, por lo que es preciso concluir. El caso es que tras un detenido análisis lingüístico, puedo concluir científicamente que este nombre es una  analepsis fuera de contexto, una azalea en un caleidoscopio o bien, un calé representativo del materialismo dialéctico.


lunes, 24 de octubre de 2011

Sinestesia

Afuera, el eco de la multitud que me llama.
La lucha y los juegos.
Aquí, El murmullo de mis ojos.
La calidez de tu voz. El silencio de mi piel.

Afuera, están todos, juntos, solos.
Aquí, tú y yo. O tal vez sólo yo.

Afuera, el viento y la lluvia aromática.
El rumor ardoroso de las nubes moviéndose.
Adentro, no hay nubes.
Y los sueños se esparcen entre la niebla de la vida.

Afuera, no hay nadie. Solo voces.
Miradas indecisas, el sol sin reposo.
Adentro, hay alguien que se parece a mí.
Un algo que espera estar afuera.
Para comenzar a existir.

sábado, 15 de octubre de 2011

6

Tíldenlo de masoquismo:
se equivocarán.
Pues, ¿quién no ansió alguna vez el contacto frío del puñal?
¿no se gozaron acaso en la tibieza de la sangre que corre libremente?
¿no extrañaron los desgajamientos furtivos del alma?

Yo amé el frio y el calor,
deseé tu asco y tu sexo.

Y queda la inseparable nostalgia:
Melancólica añoranza por las contradicciones
que solían romper los campanazos de la iglesia gris.

miércoles, 12 de octubre de 2011

5


Soñaré por infinitésima vez
Y por infinitésima vez será la decepción.
Adoptaré la costumbre extravagante
De soñar las posibilidades todas
Y de concebir y aceptar de antemano
El golpe de suerte o el golpe de gracia.

martes, 11 de octubre de 2011

Bill's thoughts

Leyendo. Te miro mientras borro mi nombre con el dedo. Se ha ido. Y ahora hay algunas migajas. Es mi piel, en un azul oscuro y poroso.

Mi nombre ha sido borrado. Lo desintegré en miles de partículas porosas que con un soplo suave volarán. Son débiles. Borré mi nombre pero aún sigo aquí. Todavía el dedo que lo ejecutó se mueve entre el teclado. Todavía me miras y existo. Ya borré mi nombre, me dije. Pero yo aún seguía aquí, para ti y para mí, quizá también para los otros.

-No funcionó, Bill. Me mentiste. No es borrable.-le dije.
-Está bien, está bien. Tal vez lo que te dije no fue del todo fiel a la realidad. Debí ser más exacto.- se defendió.
-Bill, es una ficción. Me engañaste. No hay más explicaciones, y no hables de realidad. Ni siquiera sabes lo que es. Sobre todo tú, que le perteneces a Margaret o a Nell o a no se quién. Tal vez a mí porque te estoy haciendo hablar ahora. Olvídalo. No funcionó, es todo. Te vas.

Seguiré borrando mi nombre, viendo mi piel en ese azul poroso y profundo que se va desprendiendo de mi dedo. Quizá sí funcione, pero es muy tedioso y el proceso demasiado largo. El dedo se desintegra como a un 0,000001 milímetro por migaja. No acabaría nunca. Mi nombre es borrable. Yo,quizá un poco menos, un poco más durable.
-Quizá no me mentiste del todo Bill.
¡Oh, es cierto, lo olvidé! Ya te había despachado. Bueno, entonces me iré yo también, pero antes borraré mis huellas, soplaré mi piel, azul y porosa, para que adherida a las migajas de mi nombre flote en el aire y vuele, al menos una vez, justo antes de caer en el suelo...o en la mano de alguien.

domingo, 9 de octubre de 2011

Disertaciones absurdas sobre el pasado y la realidad

Déjame verte una vez más y me iré sin decir nada. Esa es mi condición. Déjame verte una vez más y simularé que nada ha pasado, regresaré a ese tiempo olvidado cuando no te conocía y no conocía muchas cosas y no había sentido otras tantas. Una sola y efímera mirada, una última sonrisa visual es todo lo que te pido.

Creo que mañana todo será de nuevo una fábula. De hecho ya lo es. La ficción se mezcló de nuevo con la realidad y de nuevo todo es una historia más, un invento, un accidente. Es el efecto del tiempo, de la distancia. La expectativa y el desconcierto han desaparecido. 

Hoy eres y mañana no. El ayer es historia e invento. El ayer no existe en realidad. El pasado es una fábula, un discurso que nos hace creer en la hilaridad y la cronología. Paparruchas, patrañas, majaderías. Son construcciones, palabras...pero los hechos del ayer ya se han desvanecido y no son reales. Imágenes y recuerdos, y qué es el recuerdo sino imaginación.

Por eso te veré una vez más y me iré y el pasado se irá conmigo. No, conmigo no, con el tiempo. El pasado quedará en tu mente, es tuyo, son tus ficciones, es lo que tú crees haber hecho, o lo que no crees o lo que no quisieras haber hecho nunca. Tú tienes la otra parte de la historia, el complemento de mis ficciones y la respuesta a los vacíos que he llenado con mis imaginaciones.  Pero si nos vemos y tú te vas y yo me voy y nos olvidamos de todo esto, si nos vemos y de nuevo simulamos indiferencia, entonces la historia quedará rota para siempre y la ficción será además una mentira, un punto de vista, relativo e incierto. Eso es lo que sucederá, ¿o lo que sucedió? No lo sé...tal vez mañana lo sepa, pero mañana no habré escrito esto y la ficción habrá hecho mella en mi recuerdo y mañana fingiré que te he visto por última vez y que en tus ojos lo he dejado todo. Mañana mi memoria tal vez habrá quedado cegada de nuevo y seremos extraños el uno para el otro.

domingo, 2 de octubre de 2011

Magnetismo


Lo veo a diario: lo veo sin verlo. Es mío aquí, siempre que yo quiera. Y siempre quiero.

Hoy, por ejemplo, hoy lo encontré en el lugar más inesperado. Me vio y yo a él: él sonreía, yo no salía de mi asombro. Me senté cerca. Hablaba con un amigo.
Su amigo me sorprendió: ¿querría yo resolver una trivia musical, subjetiva, subjetivísima?
Claro, le respondí al instante.

Las preguntas eran sin duda alguna divertidas: su amigo y yo reímos y discutimos en voz alta hasta que la curiosidad no le pudo más y entró en la conversación.

Después nos despedimos con familiaridad. Ya me iba yendo cuando oí que me llamaba.

Esa no es una despedida, dijo, se acercó, y sólo supe que me besaba, tal como yo quería.

Ahora le veo cada 5 minutos, se asoma a la ventana de la fábula y no cesa de mirarme. Ojalá durmiera por un momento, me digo entre emocionada y atormentada. Pero no, se acuesta conmigo, al tiempo, no antes, nunca después. Me acompaña en el sueño, siempre en el sueño.

Aquél de carne y hueso que no es mío, ni de ella, ni siquiera se pertenece a sí mismo. A aquél no puedo besarlo, no puedo despedirlo, no puedo hablarle. Apenas lo puedo mirar a lo lejos.