Afuera, el eco de la multitud que me llama.
La lucha y los juegos.
Aquí, El murmullo de mis ojos.
La calidez de tu voz. El silencio de mi piel.
Afuera, están todos, juntos, solos.
Aquí, tú y yo. O tal vez sólo yo.
Afuera, el viento y la lluvia aromática.
El rumor ardoroso de las nubes moviéndose.
Adentro, no hay nubes.
Y los sueños se esparcen entre la niebla de la vida.
Afuera, no hay nadie. Solo voces.
Miradas indecisas, el sol sin reposo.
Adentro, hay alguien que se parece a mí.
Un algo que espera estar afuera.
Para comenzar a existir.
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