domingo, 8 de enero de 2012

Diálogo entre una alguien, un espalandanchín y cierto público lector

-¿Que si te quiero? ¿Que si pienso en ti? ¿Que si te espero?

-No, ¿que si me amas? ¿que si te has obsesionado conmigo? ¿que si te persigo en tus sueños?

-Fruslerías. Eso era antes de que existieras para mí. Cuando era joven y creía lo que decían las personas.Las cosas han cambiado. Ya no quiero, ni pienso, ni espero. Nunca estuviste en mis sueños. Lo siento.

-¿Y entonces? ¿Fingiste? ¿Me hiciste creer que soy alguien?

-No es tan fácil como lo dices. Las cosas son complejas. Yo soy complicada. No es tan fácil como suena. Era joven. Dubitativa. Creía. He dejado todo atrás. Déjalo allá por favor. Quiero dejar eso atrás.

-Pero...no puedo. No podemos. Tú dices que has dejado todo atrás, pero yo sigo aquí y eso no puedes evitarlo. ¡Anda! Dime que nunca fui nadie para ti y entonces todo quedará atrás de verdad. Entonces yo dejaré de existir y tú dejarás de escribir. Y yo me habré ido para siempre. ¡Anda! ¡Dilo!

-No quiero hablar de eso ¡Por favor! Ya no recuerdo...no quiero recordar. ¿Por qué lo haces todo tan difícil? Mejor vete ya...y déjame. No me hagas decir nada, no me hagas pensar lo que no quiero escribir. Vete pronto. ¿Por qué te hice regresar? ¿Por qué te llamé? Mas me valdría haberte dejado sepultado, atrás... Debí imaginar que ibas a preguntar, que ibas a hacer que todo regresara. Vete. Dejaré de escribir.

-No puedes. Todo quedaría inconcluso, todos estarán esperando. Hay una historia aquí y no puedes sólo dejar de escribir. ¡Anda! ¡Dilo de una vez por todas! Responde y nuestra curiosidad habrá quedado medianamente satisfecha y nos iremos. Y tú podrás dejarnos ir. Y no volveré. Ellos sí, los que esperan. Volverán a interrogarte. Pero yo me habré ido para siempre de ti. Y tú, ¿te habrás ido para siempre de mí? No tengo memoria ¿recuerdas? Será fácil para mí dejar todo atrás una vez dejes de escribir. Pero tú no podrás despegarte, despojarte de mi recuerdo. Me traerás de vuelta con una chanson, con una nota en el piano viejo de tu abuela, con una palabra bastará para que vuelva a ti. Eres tú la que no me quiere dejar ir. ¡Acéptalo! ¡Nunca lo dirás! ¡No quieres dejarme ir! Tienes trabajo, apresúrate... mátame de una vez para que puedas hacer lo que debes y no pierdas conmigo el tiempo.

-Me has chalado chico... por eso se acabó todo antes de que empezara. Por eso. Porque me chalaste y no había nada que pudiera hacer y comencé a deambular por rumbos que nunca había contemplado. ¡Está bien! Una puñalada, unas cuantas palabras y todo habrá terminado entre nosotros. Nunca te quise. Eso es, ahora vete con la cabeza gacha. Creíste que nunca lo diría, que no sería capaz. Pero ahí tienes, una vez más: No existes. ¡Nunca fuiste alguien para mí! ¡Me chalaste!... y en el momento en que te conocí, quedé tan perturbada que ahí mismo dejaste de existir...para mí...y creo que ahora... para ellos también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario