miércoles, 9 de octubre de 2013

SEÑALES DE VIDA



...que sepas que se muere como se pudre
una cebolla, una silla, un sombrero.

G. L.





Es viernes en la noche. Mi madre hizo bollos caseros para la cena y los sirvió con leche caliente. Mi madre sabe hacerlos, con harina de trigo y también de maíz. Me quedo haciendo zapping durante mucho tiempo. Debajo de las cobijas extiendo mi mano y la pongo bajo mi ropa interior. Dejo que se deslice, contorsionista, entre el vello púbico y me sostengo el sexo húmedo. No quiero masturbarme. Adopté la costumbre de tocarme los genitales sin ningún fin sexual. Busco  un contacto que podría llamar "formal". Es mi forma de hacerle saber al cuerpo que está siendo usado. Es mi forma de engañar al cerebro y decirle que no necesito sexo. Es mi forma de defenderme de mí mismo. Es mi forma de no estar solo. Es viernes en la noche.

Tengo 41 años. Serán 42 al finalizar el mes. Vivo con mi madre. Los viernes en la noche, como los tantos otros días de la semana hago zapping durante horas y ceno bollos caseros con leche caliente. A veces, a la medianoche me asomo a la ventana que da a la calle y veo gentecita menuda atravesando la oscuridad.

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