Temiendo el espejo constante:
Lejos de mi el sucio, el humano
Inútil absorción de lo inútil
Y afuera el sonido chocante
Lejos de mi el sucio, el humano
Inútil absorción de lo inútil
Y afuera el sonido chocante
perros gimiendo vaporosos
cuadros y más cuadros,
tonos blancos y grisáceos.
Quedó el gesto, desesperado:
Orquestas y aplausos
por entre dispersas callejas
Llenando el intervalo absurdo,
Otro día pululando heces.
La terrible hora sin sentirse aún.
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