martes, 19 de junio de 2012

Amabisne me?

*

Un temblor absurdo me recorre. No te tendré. No pondré un posesivo al lado de tu nombre. No, nunca será así. Es una verdad personalmente conocida que yo en posesión de un pequeño sentimiento debo estar en busca de tus signos. Pero ya no hay verdad conocida. Debo aprehender.

**

Y estoy allí lidiando con este yo que es una estrofa, este que me pesa y no me alcanza. Debo cargar con él. Con este yo que me arrastra y no descansa. Gira sobre mí y se ríe. Yo solo levanto los ojos para luchar. Pero debo cerrarlos de inmediato. Mi yo es inaprensible.  

***

Una equis y otra, y un redondel y unas líneas. Todo se repite, la equis se hace asterisco sin que me dé cuenta. Siempre pasa y yo la ignoro. Quiero ignorarla. No quiero ver al segundero girar sobre sí, no quiero escuchar al minutero arrastrarse con desprecio sobre el horario. El tiempo se deshace entre mis poros. El tiempo me penetra y no me pertenece. 

****

Eres como un montón de palabras susurrando mi nombre. Todas me llaman pero no estoy en ninguna de ellas. Todas susurran mi nombre pero mi nombre no está en ninguna de ellas. No pueden pronunciarlo. No sale de sus bocas. No sale de tu boca. Debo permitirme decirte cuánto yo te pronuncio y te hablo. Debo decírtelo para que sientas cuánto tiempo has perdido mezclando las letras equivocadas. Mi nombre fue impronunciable. 

*****

El viento se llevó el susurro y mi oído nunca estuvo tan cerca como para escucharlo. Todo se ha ido con él. Con el tiempo y con el yo inaprensible. Todo se ha ido contigo también. Seguiré al viento ahora. Buscaré otro posesivo. Seré de sus residuos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario