"... y durante nueve luces sin probar agua ni alimento,
con mero rocío y las lágrimas suyas sus ayunos cebó
y no se movió del suelo; sólo contemplaba del dios
el rostro al pasar y los semblantes suyos giraba a él".
Ovidio. La Metamorfosis. IV, 262-265
***
***
La
G
o
t
e
r
a
cae
Mi frente se extiende
plana
ante la tortura.
Cierro los ojos
temerariamente húmedos
***
Sigo deshojándome
párpado a párpado
uña a uña.
***
"Ella, aunque por una raíz está retenida, al Sol
se vuelve suyo y mutada conserva su amor".
Ovidio. La metamorfosis. IV, 269-270
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